¿Como Reducir la Inflamación crónica?

La inflamación es un proceso fisiológico complejo, que puede manifestarse en cualquier zona del organismo. Forma parte de las reacciones que se producen cuando el cuerpo trata de defenderse de agresiones o de lo que cree que lo son, como en el caso de las alergias.

¿Qué es la inflamación?

La inflamación es la respuesta de tu sistema inmune al estrés o cualquier tipo de lesiones en tu cuerpo. Esas lesiones, pueden producirse de diferentes formas:

físicas, como en el caso de fractura de huesos, cortes o raspaduras, quemaduras, erupciones cutáneas

-dietéticas, cuando comemos alimentos procesados, alimentos fritos, azúcar, alimentos alergénicos

-o ambientales, como el moho, la toxicidad por metales, los productos de limpieza cargados de químicos y productos de cuidado personal, entre otros muchos.

La inflamación es el primer paso en el proceso de curación. Cuando las células se dañan, envían mensajeros químicos que causan inflamación, lo que aísla la sustancia nociva y evita que penetre en más células. Los mensajeros químicos también llaman a los glóbulos blancos al sitio de la lesión para deshacerse de las bacterias y las células muertas o dañadas. El producto resultante es pus.

La inflamación como parte de la curación es algo bueno. Pero esta respuesta, comienza a ser un problema cuando la hinchazón se mantiene en el tiempo y además ocurre a nivel celular, también llamada inflamación de bajo grado.

Signos de inflamación

Los signos de inflamación más conocidos y habituales son: enrojecimiento, calor, hinchazón, dolor y pérdida de función que ocurren en el sitio de la lesión.

Pero, la inflamación crónica no siempre es tan notable como la inflamación aguda mencionada anteriormente. Si hay un dolor crónico si puedes darte cuenta, pero sin son los vasos sanguíneos los que lo hacen, posiblemente ni te enteres.

La inflamación crónica puede persistir silenciosamente mientras causa problemas y efectos a largo plazo. La mayoría de las veces, se confunde con otros síntomas que nos suelen traer a todos de cabeza como son:

-Grasa abdominal

-Aumento de peso

-Dolor crónico

-Envejecimiento acelerado

-Problemas hormonales, especialmente resistencia a la insulina

-Autoinmunidad, incluida la enfermedad de Hashimoto

-Alergias

-Problemas digestivos: SII, Enfermedad Inflamatoria Intestinal, etc.

-Enfermedad cardiovascular

-Enfermedades neurodegenerativas

La inflamación suele ser la causa principal de la mayoría de las enfermedades crónicas, como diabetes tipo 2, obesidad, problemas cardiovasculares o alzhéimer.

Además, la inflamación puede esconder enfermedades como el síndrome metabólico o problemas vasculares.

Cuando nos hacemos un análisis de sangre, podemos saber si hay inflamación crónica cuando se da alguno o varios de estos valores:

  • La Proteína C Reactiva es superior a 3,00 mg/L (aunque lo ideal es que no supere 1 mg/L)
  • Azúcar en ayunas mayor de 100
  • Ácido úrico mayor de 6 en mujeres y 7 en hombres
  • Tensión superior a 130-85
  • Triglicéridos mayor de 150
  • Fibrinógeno de más de 400
  • y colesterol bueno HDL disminuido

¿Qué causa la inflamación?

Hay una serie de opciones dietéticas y de estilo de vida que pueden causar inflamación.

Una de las principales es el estrés.

El estrés genera mensajeros inflamatorios clave en nuestros cuerpos, llamados citoquinas inflamatorias. Existe una correlación directa entre el estrés percibido en nuestras vidas y los niveles de estas moléculas inflamatorias. La interleucina-6 y el TNF-alfa son algunos de esos marcadores inflamatorios. La interleucina-6 aumenta particularmente los niveles de proteína C reactiva.

Esto explica el que algunas mujeres que están constantemente estresadas tienen dificultades para perder peso.

Otro factor importante es la dieta.

Los alimentos pueden causar inflamación o ayudar a reducirla. Los alimentos que generalmente causan inflamación incluyen:

-Azúcar

-Edulcorantes artificiales

-Alimentos procesados de todo tipo

-Fritos

-Trigo

-Gluten

-Lácteos

-Carnes rojas y/o procesadas

-Carbohidratos refinados y harinas refinadas

-Aceites refinados con alto contenido de omega 6

-Grasas trans

-Alcohol

-Café

Además si tienes alergias alimentarias, intolerancia a la histamina, sensibilidad a la lectina, sensibilidad al tiol, intolerancia a los salicilatos, intolerancia al oxalato o alguna otra intolerancia, generará inflamación.

Las deficiencias o desequilibrios en los nutrientes que ingieres, como una proporción alterada de omega-6 a omega-3, y la ingesta inadecuada de vitaminas y minerales también pueden inclinar la balanza hacia un estado inflamatorio.

El sueño

Se ha demostrado que la falta de sueño eleva los niveles de inflamación en el cuerpo.

La toxicidad ambiental

El cuerpo ve las sustancias extrañas como venenos y desencadena una respuesta inmunológica, aumentando la inflamación. El fumar también es una de ellas.

¿Cómo reducir la inflamación?

Limpiar

Lo primero será reducir la carga tóxica eliminando lo más posible la toxicidad ambiental y dejando de fumar si fuese el caso. Y considerar hacerse un programa de detoxificación.

Dieta

La mejor estrategia es abordarla desde la dieta. Deshacernos de los alimentos inflamatorios y agregar más alimentos integrales.

Algunos de los alimentos que se sabe que reducen la inflamación incluyen:

-Almidón resistente. Lo puedes encontrar en:

  • Plátano macho.
  • Patata.
  • Boniato.
  • Yuca.
  • Arroz de grano largo.
  • Avena.
  • Legumbres (lentejas, garbanzos…)

-Verduras de hojas verdes

-Aceite de oliva y otras grasas saludables

-Pescado graso, como el salmón salvaje

-Bayas ricamente y cerezas

-Té verde

-Superalimentos.

Reducir el estrés

La reducción de los niveles de estrés, ayudará a reducir los niveles de inflamación. Algunas maneras incluyen:

-Autocuidado

-Meditación

-Yoga

-Luz infrarroja

-saunas de infrarrojos

-Pasear

-Respirar

Dormir

Dormir bien por la noche es vital para reducir los niveles de estrés e inflamación.

Plantas medicinales

Hay ciertas plantas que pueden ayudarte a plantas que pueden ayudarte a reducir la inflamación como:

  • el romero,
  • el orégano,
  • el tomillo,
  • la manzanilla,
  • el jengibre,
  • la nuez moscada,
  • el clavo,
  • la pimienta negra
  • la cúrcuma.

También puedes probar a hacerte bebidas antiinflamatorias

Bicarbonato de sodio + agua

Un estudio reciente en el Journal of Immunology encontró que beber un tónico de bicarbonato de sodio y agua puede ayudar a reducir la inflamación.

Pero hay que tener cuidado, no se debe consumir bicarbonato de seguido, ya que puede haber efectos secundarios como daño hepático y pérdida ósea.

El bicarbonato de sodio tranquiliza la respuesta inmune del cuerpo, pero debe consumirse a corto plazo

Usa 1/4 de cucharadita disuelta en un vaso de agua después de alguna comida dos veces a la semana, pero no más de cuatro semanas seguidas.

Jugo verde de perejil y jengibre

Hay estudios, que han encontrado que el ingrediente activo del perejil, el carnosol, ataca la inflamación causada por la artritis reumatoide.

Y el Jengibre, es un conocido antiinflamatorio. Su componente el gingerol, es un poderoso antiinflamatorio que previene la producción prostaglandinas y leucotrienos, que son de moléculas inflamatorias y de las citocinas proinflamatorias.

Puede ayudar a reducir el dolor y el dolor muscular y ayuda en la digestión.

Ingredientes:

-1 puñado grande de perejil

-2 tazas de espinacas

-1 manzana verde

-1 limón

-1 pepino pequeño

-2 o 3 tallos de apio

-1 o 2 rebanadas de jengibre

Preparación:

Meter todos los ingredientes en la batidor y batir hasta que quede un batido homogéneo, se puede añadir agua al gusto.

Beber este batido una vez al día durante 2 o 3 meses.

Tónico de limón y cúrcuma

Numerosos estudios han demostrado que la curcumina, el ingrediente activo de la cúrcuma, puede ayudar a reducir la respuesta inflamatoria del cuerpo y aliviar el dolor y la inflamación de las articulaciones causados por la artritis reumatoide y la esclerosis múltiple.

De hecho, un análisis publicado en Neurological Sciences encontró que la curcumina era una poderosa sustancia antiinflamatoria y antioxidante. Además la mezcla de los dos ayuda a mejorar la digestión. La curcumina, puede ayudar con la inflamación crónica y actúa como un antioxidante

Ingredientes:

-1 cucharada de cúrcuma rallada fresca (o seca)

-1 cucharada de jengibre fresco rallado (o seco)

-el jugo de 1 limón

-la cascara de ese limón

-3 tazas de agua filtrada

Opcional:

-1 o 2 cucharaditas jarabe de arce o miel cruda

-una pizca de pimienta de cayena

Preparación:

Poner en una cacerola pequeña la cúrcuma, el jengibre, el limón y su cáscara y el agua filtrada.

Poner a fuego lento a fuego y cuando esté a punto de hervir, lo retiramos.

Lo colamos añadimos la miel y/o la pimienta si nos apetece, y tomamos 1 sola taza todos los días durante un máximo de cuatro semanas.

Puedes guardar las sobras en la nevera hasta tres días y calentarlo (sin que llegue a hervir) cuando vayas a tomarlo

Caldo de huesos

Combate la inflamación y contiene colágeno, que ayuda a mantener todo nuestro tejido conectivo, mejora el sueño, la función mental y la memoria

Ingredientes

2 apios,

1 puerro,

3 nabos,

4 zanahorias ,

½ repollo pequeño,

¼ de pollo

y 1 hueso de rodilla de vaca fresco,

Preparación:

30 minutos en olla rápida o

1’30 horas en una olla normal

Opcional:

1 manojo de perejil

1 cucharada. o más de sal marina

1 cucharadita granos de pimienta

hierbas adicionales de tu agrado

Usar el caldo para tomar de 1 a 2 tazas al día. También se puede comer como sopa con la verdura picada. Este caldo de huesos se conserva durante una semana máxima o congelado hasta tres meses.

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