Relación entre las emociones y la enfermedad

Relación entre las emociones y la enfermedad

A menudo en consulta, puedo ver como la vida que cada uno ha elegido vivir, y remarco la palabra elegido, va llevando a muchos de mis clientes a una existencia cada vez más dolorosa y llena de enfermedad.

Cuando alguien visita a un Naturópata, debería saber, que intentamos ocuparnos de todo, dieta, emoción, psique y hábitos de vida, pero muchos de ellos, sobre todo los que viene a probar porque la medicina oficial ya no les da respuestas, son muy reticentes a escuchar que la forma en que manejan sus emociones, es un 60% responsable de su problema de salud ( y lo mismo me quedo hasta corta).

Para todos aquellos que si lo sabéis, y que de hecho en consulta me lo preguntáis, va dirigido este artículo y para los que no lo sabían pero ya están empezando a sospechar que algo hay, también.

Que son las emociones

El ser humano, en estos tiempos de locos que decidimos vivir, tiene que lidiar todos los días con un montón de emociones. Muchas de ellas por circunstancias y aprendizajes de la vida, como pueden ser el duelo, la mala suerte, los sueños no cumplidos, la humillación, la traición, las relaciones infelices o agresiones.

Y otras, por la forma en que manejamos las situaciones, como son la ansiedad, la depresión, la tristeza, la autocompasión, la vergüenza, el arrepentimiento, la soledad, la falta de confianza, la culpabilidad, la frustración y la sensación de estar atrapado.

Uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos los humanos es que no sabemos diferenciar entre sentimiento y emoción.

La emoción, es un conjunto de respuestas neuroquímicas y hormonales que nos predisponen a reaccionar de cierta manera ante un estímulo externo, como pueda ser que veamos una avispa, o interno, como recordar esa pelea que tuvimos con nuestra pareja.

Eso significa, que una emoción es generada por el sistema límbico del cerebro cuando los grupos de neuronas relacionan ciertas experiencias y se preparan para actuar de una manera determinada.

Mientras que el sentimiento, es similar a la emoción y está también relacionado con el sistema límbico, pero además incluye una valoración consciente de la emoción y de la experiencia subjetiva en general.

Es decir, así como la emoción es incontrolable y una respuesta automática al entorno, el sentimiento es controlable, y este es el que nos hace daño.

Intentaré poner un ejemplo, vemos una avispa y surge la emoción del miedo porque ya nos picó anteriormente, podemos controlar nuestro sentimiento pensando que esta vez no nos nos va a picar y queda todo controlado y sin reacción dañina de ningún tipo; o podemos actuar y matarla y volver y de esa manera volver a controlar el sentimiento de miedo y que no nos haga daño, pero si después de matarla surge la emoción de la culpa y la alimentamos, ya tenemos un sentimiento de culpa con nosotros que posiblemente nos hará daño a la larga.

El perdón

Para ser más gráfica y aplicarlo a la vida diaria, vamos a hacer un ejercicio divertido:

Comprate una mochila y uno o dos sacos de patatas, y por cada experiencia dolorosa que puedas recordar o por cada persona de tu vida que no puedas perdonar, elije una patata, y en ella graba el nombre de la persona, el agravio y la fecha y la metes en tu mochila.

Coge tantas patatas como gente que te hizo daño o situaciones que no puedes borrar de tu cabeza y que te causan sentimientos negativos que puedas recordar y metelos en esa mochila.

Durante todo un mes, deberás llevar tu mochila cargada de patatas personalizadas cargada a la espalda en todo momento.

Es un ejemplo, pero si lo haces (que podría ser un gran acto de psicomagia) enseguida la mochila te estará recordando a todas horas el peso emocional que transportas, mientras que si te paras a pensar, mientras tu espalda está destrozada, los nombre que has escrito en las patatas en absoluto se ven afectados.

Es decir, pagamos un precio muy alto por mantener personas, situaciones y emociones que no tienen ningún valor positivo en nuestras vidas, mientras aquellos por los que nos hemos sentido agraviados, no se enteran de nada.

Cuando en todas las religiones y corrientes de crecimiento personal se habla del perdón, no se habla de que invites a cenar al tío que te ha humillado, ni que te coloques a nivel moral por encima de el concediéndole la gracia de tu perdón (ese no eres tu, es tu ego) a pesar del daño que te hizo, No.

La gente esta demasiado ocupada viviendo sus vidas y tratando de mantenerse a flote, como para acordarse de si te hizo daño o no, y te puedo asegurar, que la mayoría de las veces, ni se enteran de que te han hecho daño. Esta parte no intentes ni razonártela, el ser humano es un ser muy complejo e influenciable con una mente bastante infantil y lo que para mi es un agravio a lo mejor para ti no lo es, porque encima somos muy subjetivos.

Recuerda, cada uno tenemos sentimientos diferentes, sentimos todos las mismas emociones pero cada uno las archivamos de manera diferente (sentimientos)

Y te voy a dar otra noticia, cuando tu odias profundamente a alguien porque te ha humillado, el ni se entera, no le llega, vive feliz, pero el que lleva la patata pesada y molesta colgada en la espalda, eres tu.

Del perdón que hablan las religiones, es del que consiste en coger la patata de tu mochila y tirarla bien lejos para que no pese más, para que andes tu camino más ligero y para que puedas salir a flote cuando vengan tempestades.

Te aviso desde ya que no sonaran trompetas celestiales, ni al dueño de la patata le saldrá un herpes o granos llenos de pus, ni habrá castigos divinos. El humano que te hizo daño seguirá su camino y aprendizaje, no es asunto tuyo si sufre o no. Pero tu, estarás libre de él (y del peso de su patata)

Es decir, es muy posible que la próxima vez que lo veas te vuelva a generar una emoción negativa, habíamos dicho que era una reacción natural de aviso de peligro, cosa que es buena para que no vuelvas a caer, ya sabemos lo humano que es eso de darnos todo el rato contra la misma piedra.

Pero ya no surgirá el sentimiento, que es el dañino y repetitivo y podremos defendernos de la persona que nos humilló o bien respondiéndole o protegiéndonos o evitándole, pero como esa patata la hemos tirado, ya no estará más en nuestra cabeza y ese rinconcito que dejó, o enorme espacio en algunos casos, lo podemos dedicar a pensar en cosas positivas que queremos que entren en nuestras vidas.

Es decir, te estoy hablando del perdón de verdad, el de coger tu patata ( o sandía) de la espalda, sacarla para que no pese más y te permita avanzar más ligero en tu vida.

Equipaje emocional

Todos llevamos equipaje emocional en diversos grados: recuerdos dolorosos de la infancia, dolor por la pérdida de un ser querido, malos tratos, la devastación de un matrimonio o la ruptura de una relación, el trauma de una violación física o sexual.

¿Quién no ha sufrido el rechazo, la traición, las dificultades, el fracaso, la vergüenza, el anhelo, la culpa, la pérdida de la autoestima o el dolor hasta cierto punto?

Tendemos a pensar que la forma más fácil de experimentar el dolor, es evitandolo y que haciendo esto, no sacrificamos la plenitud de nuestra vida ni nuestra alegría de vivir.

Pero la verdad es que me he dado cuenta de que no es el dolor lo que más duele, sino la resistencia a experimentar el dolor lo que más nos desgasta.

Lo tememos, luchamos por no tenerlo de frente, huimos de él, lo ignoramos o tratamos de enterrarlo.

Y la verdad es que, se necesita mucha más energía para almacenar el dolor que para enfrentarlo. La tensión y el esfuerzo de tener que estar continuamente cerrando las puertas de nuestra “bóveda de almacenamiento emocional” finalmente pasa factura en términos físicos.

“Una herida que no se siente por completo, nos consume desde dentro. Debemos correr muy duro si queremos estar un paso por delante de nuestro dolor” Oriah Mountain Dreamer

No es de extrañar que muchas personas se sientan cansadas, apáticas y doloridas todo el tiempo. Encima, cuando empiezas a vivir con poca energía durante el tiempo suficiente, se hace algo normal y pierdes el recuerdo de como era sentirse bien.

Olvidamos como es tener vitalidad, energía, entusiasmo, y esperanza y en esa fase es cuando la enfermedad, nos ha ganado la batalla.

El Impacto de las Emociones en tu cuerpo

Las emociones son una forma de energía que corre a través de nuestro cuerpo como una corriente eléctrica y cada una de ellas tiene su propia frecuencia, se pueden medir y las podríamos clasificar en 3 clases:

1.-Las emociones de alta frecuencia, que son beneficiosas para nuestra salud y bienestar. Fluyen A TRAVÉS de nosotros, lo que significa que son beneficiosos para nosotros y para el mundo que nos rodea

Entre ellas se encuentran:

-El amor incondicional, que resuena con la misma frecuencia que la luz ultravioleta. Es la frecuencia visible más alta. El timo (ubicado justo debajo de su garganta) resuena a esta frecuencia.

-Aún más altas en frecuencia que el amor incondicional se encuentran la fe, la gratitud y la alegría. Ellos resuenan en tu área pituitaria dentro de la cabeza. Se piensa que la pituitaria es un conducto para las energías universales

2.-Las emociones negativas, fluyen DE NOSOTROS hacia el mundo. En ráfagas cortas nos incitan a actuar para satisfacer nuestras necesidades.

Pero, mantenidas durante mucho tiempo, segregan unos neuropéptidos que pueden causar problemas de salud, así como afectar nuestras relaciones y nuestras vida cotidiana.

3.- Las emociones instintivas básicas, como la ira y el miedo, que resuenan en el mismo rango de frecuencia que el color rojo. La ira y el miedo son parte de nuestros mecanismos de supervivencia. El coxis / área genital o chakra raíz resuena a esta frecuencia

A medida que la corriente eléctrica de una emoción viaja a lo largo de las vías neuronales, desencadena la liberación de proteínas químicas llamadas neuropéptidos. Cada emoción tiene su propia frecuencia individual. En respuesta a cada frecuencia emocional específica, el cuerpo libera los neuropéptidos correspondientes

Los neuropéptidos transmiten mensajes químicos a través del cuerpo, creando respuestas fisiológicas.

La adrenalina, la oxitocina, las endorfinas o el cortisol son neuropeptidos y cada uno de ellos crea respuestas biológicas específicas.

Por ejemplo, la felicidad, la alegría, la risa y los orgasmos causan la liberación de opiáceos naturales llamados endorfinas. Estos potentes opiáceos nos hacen sentir bien, impulsan nuestro sistema inmune, relajan los músculos, aumentan el buen humor y disminuyen el dolor.

La adrenalina y el cortisol son provocados por el miedo, la ansiedad o el estrés. Hacen que el corazón lata más rápido y que los vasos sanguíneos se dilaten, haciendo que la piel se enrojezca. Se produce una respiración rápida y superficial. Los músculos se tensan, especialmente alrededor del área del estómago y los hombros.

El objetivo de la adrenalina es poner al cuerpo en un estado de alerta y respuesta rápida de lucha o huida. En caso de emergencia, es beneficioso, ya que ayuda a escapar. Pero, durante un período prolongado, la adrenalina puede ser muy perjudicial para el cuerpo ya que: suprime el sistema inmunológico, deteriora la digestión, agota las reservas de vitaminas y minerales vitales, gasta electrolitos acidificando el cuerpo, causa dolor y rigidez, produce inflamación y dolor corporal, y drena la vitalidad.

Y, como ocurre con muchos neuropeptidos y en más de una ocasión os he comentado, la adrenalina es altamente adictiva. Con el tiempo, el cuerpo se acostumbra a la sobreestimulación y cada vez necesita niveles de adrenalina más altos para mantener la energía.

Las personas que han experimentado períodos prolongados de sobrecarga suprarrenal, especialmente desde la infancia, como los que crecieron en hogares con padres complicados o alcohólicos, o aquellos que experimentaron abuso físico o verbal, a menudo atraen inconscientemente dramas o crisis en sus vidas para alimentar su dependencia de la adrenalina.

O también, podemos desear azúcar, comida basura o chatarra o alimentos a los que somos alérgicos o intolerantes, ya que también estimulan la glándula suprarrenal.

Los estudios han demostrado que las emociones negativas realmente debilitan el cuerpo, mientras que las emociones positivas lo fortalecen.

La vergüenza tiene el efecto más devastador, seguido de la culpa, la apatía, el dolor, el miedo, la ansiedad, el deseo, la ira y el odio.

Dado que el cuerpo, la mente y el espíritu están conectados, las emociones negativas se reflejan en la cara y cambian la apariencia de los ojos, la expresión, la textura de la piel, el color y la tensión.

LAS EMOCIONES NEGATIVAS CAUSAN ENFERMEDADES Y ENVEJECIMIENTO PREMATURO.

Emociones poderosas como el dolor, el miedo, la pena, la decepción, el pánico, la ansiedad, la ira y el anhelo, impactan al cuerpo como una carga eléctrica, causando lesiones a lo largo de nuestras vías neuronales. Esto interrumpe el flujo de energía natural del cuerpo.

Según el Dr. David Suzuki, las moléculas condensadas del aliento exhalado de las expresiones verbales de ira, odio y celos contienen toxinas. ¡Acumulado durante 1 hora, estas toxinas son suficientes para matar 80 cobayas!

La ira y el odio dañan el hígado y la vesícula biliar. El odio proyectado contra otra persona es lo mismo que tomar veneno y esperar que sea el otro el que muera.

Tampoco ayuda el controlar o negar nuestras emociones. La naturaleza de la energía es el movimiento. Cuando reprimes o controlas tus sentimientos, la energía de estos no puede fluir hacia afuera correctamente y disiparse naturalmente. Puedes pensar que has controlado cómo te sentiste, pero la energía de la emoción sigue recorriendo y dañando tu cuerpo

La supresión de emociones consume mucha energía, la cual roba de tu cuerpo en vez de utilizarla para realizar las diferentes funciones vitales.

Las emociones negativas dañan el bazo, el hígado y las glándulas suprarrenales y consumen los nutrientes que el cuerpo necesita para mantenerse. El resultado es fatiga, trastornos autoinmunes y disminución de la vitalidad.

La energía tiene que moverse. Si una emoción no se expresa (movimiento hacia afuera), se suprime (movimiento hacia adentro). El resultado de controlar o sofocar la energía emocional es la frustración, la ira, la depresión, el dolor físico, problemas de control, ‘cierre’ emocional o auto sabotaje.

Comenzamos a desarrollar sentimientos auto críticos, baja autoestima y sentimientos de que no somos dignos. Se presenta dolor crónico en forma de artritis, bursitis, dolor en las articulaciones o dolor de espalda. Esto inhibe tu capacidad de crear o recibir lo que realmente deseas en la vida. Aprendes a esperar poca alegría en tu vida y te conformas con menos de lo que tu alma necesita para florecer.

Como el cuerpo habla con nosotros

La psiconeuroinmunología es el estudio de cómo las emociones afectan nuestro sistema inmunológico, la salud y el bienestar. Candice Pert, Louise Hay y Bruce Lipton son pioneros en este campo científico de estudio

Los pensamientos crean, no solo en el sentido de que sus pensamientos lo motiven a la acción, sino también que cada pensamiento o sentimiento crea su estado de salud y bienestar.

Esta sorprendente nueva conciencia ha dado lugar a la aparición de un nuevo campo de la medicina llamado «energía-psicología»

Y lo que se ha demostrado hasta ahora es que:

  • Un desequilibrio entre nuestra mente racional y nuestras emociones causará malestar digestivo, estreñimiento, diarrea o trastornos digestivos. Eso se debe a que el proceso de asimilación o «digestión» mental se ve reflejado en el proceso de asimilación física del cuerpo.
  • El resentimiento y la amargura son como el ácido, causan inflamación y dolor. El resentimiento obstinado e inflexible va a las rodillas, los hombros y las articulaciones, que son las partes del cuerpo que están diseñadas para ser abiertas y flexibles.
  • La artritis es daño y resentimiento reprimidos.
  • El Cáncer es un secreto profundo, odio, culpa o pena que te «devora»
  • El cáncer de mama y de útero revelan una falta de nutrición o auto-alimentación en nuestra vida, o una incapacidad para alimentar a los demás.
  • El dolor de espalda revela una sensación de falta de apoyo. En las lumbares apunta a la falta de apoyo financiero. El dolor de espalda torácico muestra sentimiento de falta de apoyo emocional o amor. El dolor en la espalda media indica que arrastramos el peso del pasado y también refleja un sentimiento de estar abrumado por la responsabilidad
  • Las emociones negativas tienen una vibración más densa y más lenta. Son ‘más pesados’, por lo que gravitan hacia las partes más bajas del cuerpo. Las piernas, pantorrillas y pies almacenan gran parte de los traumas, resentimiento, celos y dolor emocional, tanto del pasado como del presente

Cómo liberar emociones de forma segura

Los pies

Las emociones reprimidas se pueden liberar a través de los pies. Caminar descalzo por la hierba, la arena de la playa o la orilla del mar cargado de iones negativos suele ser muy efectivo.

Los iones negativos son curativos y emocionalmente edificantes.

Si no tenemos el mar cerca podemos remojar los pies en sales de Epsom y agua caliente durante 10 minutos.

Sonreir

Sonríe, aunque no lo sientas. El gesto de sonreir cambia la química del cuerpo.

La risa también es una gran liberación emocional, libera endorfinas químicas para hacerte sentir feliz y relajado.

Ejercicio

El ejercicio físico, el trabajo extenuante o las actividades deportivas ayudan a disipar la energía emocional y liberarla inofensivamente ya que el ejercicio libera endorfinas y ayuda a expulsar las toxinas físicas y emocionales.

Respiración

Respira profundamente. Cuando realizamos esfuerzos, respiramos más profundamente, obteniendo oxígeno adicional. Las personas con dolor emocional o físico tienden a respirar muy poco, como consecuencia de esto el cuerpo se vuelve más ácido al estar privado de oxígeno, lo que reduce su capacidad para sobrellevar el estrés

Hay una vieja técnica chamánica para perdonar mediante la respiración que consiste en girar la cabeza hasta el hombro izquierdo cuando estamos en esa posición recordamos el agravio a la vez que inspiramos la energía positiva nuestra que perdimos allí, retenemos el aire mientras llevamos la cabeza al centro y perdonamos y expiramos mientras giramos la cabeza hacia el hombro derecho y soltamos en la expiración todo el agravio y la energía negativa que nos dejo la situación y/o la persona; y una vez respirado olvidamos el agravio.

Se puede hacer las veces que necesitemos; según los mapuches al hacer el giro con la cabeza conectamos hilos del pasado y del presente y es así como liberamos la energía atrapada.

Meditación

Es una herramienta ideal para lograr la serenidad y el equilibrio entre los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro. La meditación reduce la velocidad de las ondas cerebrales proporcionando un enlace directo a la mente subconsciente. Es como piratear el software del universo. La meditación te abre directamente a la sabiduría y la inspiración más allá de la mente.

Vaciar la mochila

Y lo más importante, olvidar el pasado. En caso de que necesites recordar tu biografia, porque tengas la absurda necesidad de contarle a alguien de donde vienes, hazlo como si fuera la vida de otra persona, si vuelves a involucrarte en los dramas pasados para contarle a alguien o a ti mismo lo sufrido, el cerebro, vuelve a generar las emociones como si estuvieran pasando ahora mismo y vuelve a empezar todo otra vez.

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